003 Inside Out
Una reflexión sobre la búsqueda de la pasión y la vocación. Colaboración de Norte.
“Escucha tus voces internas, para que no te conviertas en un Don Nadie con éxito” Francisco Martín Moreno.
Hace algunos ayeres (años 1989/90). Cuando ingresé a la universidad no sabía porque estudiar, tampoco para qué y obviamente menos qué carrera debía escoger, sólo tenía claro que era lo que había que hacer, es decir, lo que se me había pedido, lo que se esperaba (por mis padres, la sociedad, y otros más) de mí. Debía continuar como todo el rebaño, sin prisa, pero sin pausa. Andar hacia el corral, de una siguiente etapa en la vida formativa a cumplir.
En el 88, salí del CUM y algunos seleccionados de la prepa fuimos elegidos para participar en un torneo de futbol en Italia. No sé porque quedé en este grupo, porque siendo honesto no era tan bueno, la verdad es que el creador no me asignó destreza en la pierna izquierda. Así que más limitado, que provisto de virtudes quedé en el equipo que fortalecido con las fuerzas básicas de Pumas asistimos a Jugar contra las reservas de la Roma, la Juventus, la Fiorentina y varios equipos de mayúsculo abolengo en la bota Itálica. No voy a proveer los resultados obtenidos, porque no son nada que podamos presumir y no es materia de a donde quiero llegar con esta reflexión.
Debo reconocer que en mi etapa de preparación básica y profesional no fui un buen estudiante pero siempre estuve orientado a resultados. Del camino, cuento con grandes amigos que tuvieron que cargar conmigo en mi viacrucis escolar, igualmente dedo dar mérito a maestros que creían en mí y empujaron lo suficiente para que saliera de la prepa, sin tronar ningún año.
De esos años aún mantengo a mi grupo de amigos cercanos, que quizá fue la mejor herencia de entonces, mi banda, mi manada, mis charolastras futboleros (todos de la selección de futbol) que logramos graduarnos y que aún seguimos dándonos alegrías, solidaridad y uno que otro coraje o preocupación repentina. Somos siete, cuatro decidieron estudiar contabilidad. No es necesario adivinar que ahí también fui a dar.
Me recibí de Contador Público en la Ibero, fiel a mí estilo pugilístico, recibiendo más que dando, desempeñando el arte de la defensa y hasta el último round. Así me recibí más con un suspiro de alivio, que con la corona de laurel y la toga del triunfo sobre mis hombros.
Cabe mencionar que jamás en mi vida profesional he realizado un cargo y/o abono, pero lo anecdótico es que sólo una persona durante esa etapa de mi vida lo advirtió de modo tajante: ¿No te han dicho que sobre tus cualidades construyas?, tú no tienes madera, ni vocación de contador, esta no es tu pasión. Como no le faltaba razón, desde entonces cargo la sentencia de conocer mi pasión, y así descubrir mi vocación.
Conversando con mi padre sobre este tema, cuando él tenía 70 años, me aseguró que él aún no sabía para qué era bueno. Sinceramente no olvido ese día pues refuerza mi anhelo de descubrir mí orientación vocacional. Cronos me acerca presurosamente a esa edad y como karma familiar, tampoco lo he descubierto todavía. Tengo pesquisas, ideas, gustos, pero nada concreto.
Se puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión.. pero hay una cosa que no puede cambiar.. no se puede cambiar de pasión. Del libro (Eduardo Sacheri) y la película (que obtuvo el Oscar a mejor película extranjera en el 2009) El Secreto de sus ojos.
PASIÓN.
Palabra tan corta y tan potente a su vez. Emoción de tal intensidad que es capaz de provocar que las personas persigan y alcancen objetivos durante el desempeño de la labor que practican con fervor y entusiasmo, las actividades que per se, brindan un profundo sentido de satisfacción y significado. Conlleva una fuerza motivadora intrínseca, hace que los deseos se busquen con energía y compromiso, logra influir en prácticamente todos los aspectos de la vida, desde las relaciones personales hasta el desarrollo profesional logrando experimentar una mayor felicidad, realización personal y plenitud.
VOCACIÓN
Del latín Vocatio. Llamado. Inclinación a un estado, profesión o carrera. Relacionado con aquello que hacemos con gusto y a lo que quisiéramos dedicarnos.
¿por qué es tan difícil descubrir nuestra pasión o vocación?
Aquí algunas pesquisas:
Falta de Autoconocimiento
No pasar el suficiente tiempo explorando nuestros intereses y/o talentos. Sin conocernos es difícil identificar qué nos gusta y por lo tanto nuestras pasiones.
Influencias Externas
Las presiones de la sociedad, la familia y la cultura pueden llevarnos a seguir caminos lejos de nuestra pasión (ejemplo estudiar contabilidad).
Compararnos constantemente con otros o con sus logros, puede generar dudas sobre nuestras propias inclinaciones. Aristóteles dijo, uno no envidia a su superior, o inferior. Envidia a su igual porque se puede comparar.
Falta de Exposición
Nadie puede elegir lo que no conoce, por lo tanto la falta de exploración en diversas actividades, puede reducir la opción para descubrir nuestras pasiones. La limitación de recursos económicos podría ser un coadyuvante a esta situación.
Miedo y Autoduda
Temor a no ser exitoso intentando descubrir y ejercer nuestra pasión puede detenernos antes de siquiera intentarlo.
La falta de confianza, la duda en nuestras habilidades o la creencia que no somos suficientemente buenos, puede ser un gran obstáculo.
Todo me invita a concluir que es por esta última que en mi caso no logro descubrir mi pasión. No me comprometo a asumir mi vocación. A reconocer lo que disfruto realizar, aterrizar puntualmente para qué soy bueno y asumir el reto de ejecutarlo con determinación.
La comodidad, la rutina, monotonía, el conformismo. Puede ser una barrera que nos invite a no explorar nuevas actividades.
Estrategias para intentar sobreponerse a los obstáculos:
Darte un espacio para la reflexión personal, recuperar las ideas en un diario donde anotes tus pensamientos y descubrimientos.
Animarse a experimentar. Probar nuevas actividades, atreverse a salir de la monotonía y hacer cosas nuevas, rodearse de personas que sean apoyo, promotores, que inspiren a explorar tus intereses.
Inscribirte en cursos, talleres o actividades, no dejar de aprender, hacer un hábito de esta búsqueda por aprender continuamente. Aprender a identificar y desconectar de las influencias externas negativas. Apartar de ti esa influencia perjudicial.
Trabajar en tu autoaceptación y confianza. Aterrizar tus habilidades sin miedo al juicio o al fracaso.
Mientras sigo mi camino buscando mi pasión y me armo de valor incorporando el compromiso de aceptar el riesgo de asumir mi vocación para dejar de ser solo un don nadie con éxto, espero que de algo te sirva esto y que tú te animes a encontrar tu pasión y vocación sin pena y sin descanso.
La pasión define a la vocación, es elegir un trabajo y no trabajar un solo día-Confucio- y tú no trabajas cuando escribes.