028 The Coolture
Conoce al último papa canonizado por la iglesia católica así como el proceso para ser santificado.
Conociendo a san Pablo VI
Giovanni Battista Montini fue el nombre secular del papa Pablo VI, el número 262 en representar a la iglesia católica y a la soberanía de la Ciudad del Vaticano. Nació en septiembre de 1897 en la comuna de Concesio dentro de la región de Lombardía, Italia y desde muy temprana edad estuvo ligado al camino del clero, ingresando al seminario en 1916 y ordenándose como presbítero en 1920.
Hacía 1924 comenzó a trabajar en Roma dentro de la Secretaría del Estado del Vaticano, donde fue colaborador cercano del entonces cardenal Eugenio Pacelli y convirtiéndose en sustituto de la Secretaría de Estado en 1937. En 1939 el cardenal Pacelli se convertiría en el representante de Pedro bajo el nombre de Pío XII y se valió desde un inicio de Montini como estrecho colaborador, ayudando éste incluso al Papa a redactar el sermón que, en pos de la paz, el pontífice pronunciaría en 1939 en el mes anterior al inicio del conflicto mundial.
Durante el papado de Pío XII el futuro papa jugó un papel preponderante en la ayuda humanitaria durante el periodo bélico, siendo artífice de que cientos de judíos encontraran refugio seguro de los nazis ocultándolos en iglesias de Roma y otras alrededor.
“…Quién realmente ama a su pareja, ama no sólo por lo que recibe, sino porque ama a la pareja, por el propio bien de esta, para poder enriquecer al otro con el don de sí mismo…”
A finales de 1954 y aún en la secretaría de estado de la Santa Sede, siendo estrecho colaborador de ss Pío XII, éste lo nombró, tras la muerte del cardenal Schuster, como arzobispo de Milán, que es la diócesis más grande de Italia, convirtiéndose Giovanni Batista en secretario de la Conferencia Episcopal Italiana y se le conoció por el mote del arzobispo de los pobres, a consecuencia de su amistad con los trabajadores de las fábricas a los que frecuentaba y desarrollando una labor muy centrada en su relación con sindicalistas, artistas, intelectuales y políticos de la época. Entre las características del hoy santificado, estaban su notoria capacidad de diálogo y escucha.
Cuatro años después de haber sido nombrado arzobispo, su amigo y protector Pío XII muere en 1958 y es sucedido por el Papa Giuseppe Roncalli, Juan XXIII, quien apenas iniciar su labor elevó dos meses después a Giovanni a la dignidad cardenalicia; El papado de Juan XXIII fue relativamente corto y cinco años más tarde en 1963, el cardenal Montini, sería nombrado para liderar la sede de Pedro bajo el nombre de Pablo VI continuando con la labor del Concilio Vaticano II al que le dio dirección y prioridad y durante el cual nombró a María como Madre de la Iglesia.
Durante su pontificado, Pablo VI, nombró cardenales a Albino Luciani, Karol Wojtyla y Joseph Ratzinger, mismos que lo sucederían en la labor papal como Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI respectivamente.
El papa Pablo VI moriría a causa de un infarto en Castel Gandolfo durante el verano de 1978 y sería canonizado por el Papa Francisco en 2018 tras un proceso de beatificación que comenzó en 1993 por el papa Juan Pablo II quien lo declaró Siervo de Dios, que es el primero de cuatro pasos hacia una posible canonización.
A propósito de todo lo anterior, curiosamente hoy se cumplen 95 años de que la Ciudad del Vaticano se convirtiera en un estado soberano como consecuencia de la firma de los llamados pactos de Letrán.
Proceso de canonización
* Después de la muerte de un candidato deben dejarse pasar cinco años, aunque el Pontífice en turno puede omitir esta regla, como fue el caso de la Madre Teresa de Calcuta y de Juan Pablo II.
El proceso se inicia en el lugar donde el candidato haya fallecido. Cuando el obispo local autoriza la apertura del Proceso, el candidato recibe el nombre de “Siervo de Dios”. A partir de ese momento, una comisión de peritos en Roma examinará detalladamente la biografía del candidato, los testimonios y los documentos existentes para comprobar la práctica de las virtudes en grado heroico. Si no hay algún impedimento, el Papa en turno lo declara “Venerable”.
El siguiente paso consiste en esperar a que Dios realice un milagro por la intercesión del candidato, que es como la confirmación divina de que el alma de esa persona goza de la presencia de Dios. Cuando ocurre un milagro y se comprueba científicamente, la Santa Sede lo proclama beato, y cuando ocurren dos milagros, santo.
*Fuente: http:www.desdelafe.mx
Breve historia de todos los papas que se me ha permitido conocer. Gracias