036 The Coolture
Aunque es difícil determinar con certeza en qué momento de la historia comenzó el cultivo de la planta de tabaco, es casi un criterio universal el hecho de que fueron los pueblos aborígenes ...
Sobre puros
En Monterrey desde ayer son días complicados pues las lluvias de la tormenta tropical Alberto han imposibilitado el salir a la calle, la luz se ha ido en muchos lugares y por supuesto con esto se ha perdido el acceso a Internet y la posibilidad de consultar y corroborar la información de una forma práctica y rápida.
Hablemos de puros, un poco de su historia y algunas curiosidades y datos que hay que saber si gustas de fumarlos y todo esto con información de Anwer Bati, productor y periodista en Gran Bretaña, además de gran aficionado a los puros y autor de entre otros, de la obra El libro de fumador de puros, guía para conocedores. Por supuesto por el formato de esta publicación y de la situación antes comentada, lo aquí dicho es una pequeña embarrada de los múltiples temas de interés alrededor de la cultura del puro, con el único objeto de estimular tu interés sobre su goce y de que hoy viernes no haya triste reporte de desconexión.
Aunque es difícil determinar con certeza en qué momento de la historia comenzó el cultivo de la planta de tabaco, es casi un criterio universal el hecho de que fueron los pueblos aborígenes del continente americano quienes fueron los primeros en hacerlo y de hecho los primeros también en fumarlo. En este sentido el conocimiento que se tiene apunta a que la planta del tabaco sea probablemente originaria de la península de Yucatán en México, siendo los Mayas quienes a través la dispersión de sus civilizaciones llevaron el tabaco tanto a Sudamérica como a Norteamérica donde permaneció hasta en tanto no ocurrió el viaje de Colón al nuevo continente en 1492. Con el tiempo los conquistadores exportaron la tradición de fumar a España y Portugal.
Fue Jean Nicot quien fungía como embajador francés en Italia y Portugal quien llevó el hábito a Francia como señal de riqueza. A Jean Nicot le corresponde el origen del nombre nicotina, siendo Nicotiana Tabacum el nombre latino que se le daría al tabaco. Respecto a Inglaterra, la introducción del tabaco y su moda de fumarlo, se le atribuye a Sir Walter Raleigh. No obstante lo anterior, la palabra tabaco se dice proviene del estado de Tabasco en México o bien de la isla Tobago en el Caribe, sin que haya criterio uniforme sobre esto.
Respecto a la palabra cigarro, el origen cambia, ya que ésta proviene del término maya sikar que significa fumar.
Las primeras plantaciones de tabaco conocidas en Estados Unidos sucedieron en Virginia en 1612 aunque ahí sólo se fumaba con pipa, siendo hasta 1762 que Israel Putnam al regresar a su casa de Connecticut, viniendo de Cuba como general del ejército británico llevó el tabaco en forma de puro a territorio estadounidense. En la zona la producción de hojas de tabaco comenzó en 1820 convirtiendo a Connecticut en uno de los mejores proveedores de hojas de tabaco fuera de Cuba.
En Europa el hábito de fumar llegó a Francia e Inglaterra y Alemania como exportación de España que por esos tiempos lo fabricaba y fumaba bajo la promoción de Fernando VII quien era Rey de España. Recordemos que en esos ayeres Cuba era una colonia española y la producción de los puros cubanos era un monopolio del estado español.
Por los altos impuestos de importación los puros extranjeros se consideraban artículos de lujo en Inglaterra pero la afición por el goce de fumarlos era grande, al grado de que hoteles y trenes inauguraron salones y vagones especiales para fumarlos, influyendo inclusive en el mundo de la moda que introdujo el saco para fumarlo (el smoking).
Hasta aquí la entrega 1 sobre puros, ya continuaremos hablando de las hojas de tabaco, su plantación, los colores, las anillas, el arte del torcedor, las partes, el secado, la conservación, el fumado y otros temas relacionados, cuando las condiciones mejoren.
Y porque hace mucho no lo hacemos y para que esto no quede tan corto, veamos cinco palabras bonitas que me vienen a la memoria…
Palabras bonitas
Ataraxia. - Se dice sobre el estado de «tranquilidad del alma y la ausencia de pasiones».
Júbilo. - Alegría, regocijo, alborozo, entusiasmo
Concupiscencia. - Deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos. El sentir de deseos no gratos a Dios (según la teología cristiana). Antónimo de Ataraxia.
Susurro. - Ruido suave resultante de un hablar quedo.
Ósculo. - Se llama así a un beso de respeto o afecto.
Los puros signo de elegancia y lujo, de los que retirado estoy, fueron para mi perfectos para el mejor disfrute de una copa de coñac en un buen momento con amigos.