058 The Coolture
Un vistazo rápido a dos vidas extraordinarios que le sacaron la vuelta al hundimiento de trasatlántico británico, Titanic.
Hace unas semanas hablando de relojes la plática se desvió y terminamos hablando del pasajero más acaudalado del Titanic, hoy quisiera platicar de dos hombres que coinciden en la época y cuyas historias de alguna manera están relacionadas con el transatlántico británico que se hundiera en una lejana madrugada de abril de 1912. Uno de ellos quien no se embarcó debido a una enfermedad de su mujer, lo que hizo que aplazara su viaje y el segundo por contarse entre los sobrevivientes de la tragedia. Al final, ambos han trascendido en la historia, dejándonos un ejemplo de esfuerzo, amor por lo que se hace, resiliencia, amor a la comunidad y fortaleza mental.
El primero de ellos fue Milton Snavely Hershey, quien siendo un empresario ya de mediano éxito fabricando caramelos en la Lancaster Caramel Company, compañía que fundara en 1886, cambió el rumbo de su negocio el día que conoció el chocolate y quedó fascinado por éste, fundando más adelante The Hershey Chocolate Company.
Los primeros años de Hershey (company) fueron posibles gracias a la venta de su primera empresa por la que recibió una alta cantidad de dinero que destinó a la compra de un enorme terreno dentro de una granja con la idea de poder contar con leche fresca para fabricar tabletas de chocolate con leche a un precio asequible para todos los americanos, pues sabía que en Europa el chocolate suizo constituía un gran lujo.
El producto de Milton rápidamente conoció el éxito y éste no tardó en aprovechar su experiencia anterior, agregando caramelo a sus barras de chocolate. Hombre de buen corazón (y visionario obviamente), Milton Hershey creó la localidad de Hershey en Pensilvania para sus empleados y colaboradores, proveyéndoles de transporte, escuelas públicas y lugares de expresión cultural para que éstos pudiesen tener una mejor calidad de vida.
Milton Hershey no tuvo herederos, por lo que al final de su vida su fortuna fue heredada a obras de filantropía y a darle una mejor vida a los niños de orfanato.
El segundo de ellos es Richard Norris un tenista estadounidense nacido en Ginebra en 1891, quien tras haber pasado más de seis horas con las piernas hundidas en las aguas helados del atlántico durante el hundimiento del Titanic, tuvo tal daño en ellas que todos los médicos le diagnosticaron la amputación de sus extremidades inferiores, idea que rechazó categóricamente. Ese mismo año, 1912, ganó en la categoría de dobles mixtos el abierto de Estados Unidos y en 1914 lo haría en la categoría individual.
Su vida es un ejemplo de fortaleza mental y determinación para no rendirse ante la adversidad.
Como Milton Hershey en 1945, Richard Norris murió en Pensilvania en 1968.
Maravillosas historias, que débil o que fuerte puede ser el ser humano según su capacidad de determinación.
M.Hershey filántropo porque supo dar en beneficio de otros y altruista porque su meta fue aumentar el bienestar de su fuerza laboral.
R.Norris ante un escenario sombrío tuvo la fuerza para afrontar su propia situación, para luego disfrutar del milagro de su determinación.