067 The Coolture
Andy Warhol, la celebración de su natalicio, su relación con Jean Michel Basquiat y el conflicto con Yayoi Kusama.
En el mundo del arte, son muchas, posiblemente imposible de citar a todas, las figuras y personajes que han moldeado de forma relevante y permanente esta industria a través de la historia. Limitándonos al arte moderno y contemporáneo, una de ellas es sin lugar a dudas Andy Warhol, que a mi ni me cae bien ni me gusta (en términos generales) pero reconozco su trascendencia y como hoy se celebra su natalicio, me parece que está bien hablar un poco de él, poquito de su importancia y unas breves referencias a las relaciones que sostuvo con dos figuras igualmente icónicas en el mundo del arte y que no necesariamente terminaron bien, ni dejaron el nombre de Warhol bien parado en los renglones académicos.
Fue el tercer hijo de un matrimonio de emigrantes originarios de Miková, una ciudad perteneciente al imperio austrohúngaro en Eslovaquia, llegando al mundo un 6 de agosto de 1928 en la llamada ciudad de acero y convirtiéndose en uno de los artistas más influyentes del siglo XX así como una figura central en el movimiento del arte pop.
Warhol, que en mi opinión (pero opinen y comenten quienes estén en contra) carecía de un talento importante o admirable como artista plástico (no como publicista), es conocido por su estilo único que difumina las líneas entre el arte y la cultura de masas incorporando imágenes y técnicas de la publicidad y los medios de comunicación. Debido al consumismo masivo y al poder mismo del marketing, sus obras más emblemáticas, como las latas de sopa Campbell y los retratos de celebridades, no solo redefinieron la idea de lo que puede ser el arte (habría que decir que hoy día a cualquier basura de pronto le dicen arte), sino que también reflejaron y criticaron la cultura de consumo y el capitalismo de su época.
La obra de Warhol caracterizada por el uso de técnicas de reproducción mecánica, como la serigrafía, le permitieron producir múltiples copias de una misma imagen, lo que no solo cuestionó la noción de originalidad en el arte, sino que también reflejó su obsesión por la celebridad y la fama. Warhol creó un mundo en el que todo, desde una lata de sopa hasta un rostro famoso, podía ser elevado al estatus de arte, en mi opinión insisto, mas que arte, hamparte, término que vale la pena explorar y que acuñó hace tan solo algunos años Antonio García Villarán, quien de forma clara, concisa y atinada sentencia que para que una obra pueda ser definida como hamparte, debe reunir una serie de requisitos, entre los que (para efectos de esta publicación) figuran:
1. «Si uno o varios objetos fabricados en serie y que además están a la venta en el mercado común son presentados como obra de arte […]».
2. «Si una obra consiste en la elección de un objeto […] que es convertido en obra de arte por el hecho de colocarlo en un espacio expositivo […]»..
Como nota cabe decir que la palabra hamparte se compone de la yuxtaposición de la palabra arte con la palabra hampa, así que ya el significado es claro con la pura etimología.
No obstante mi opinión, lo cierto es que esta democratización de las imágenes fue revolucionaria y marcó un cambio significativo en el panorama artístico, abriendo nuevas posibilidades para la interpretación y el consumo del arte.
En su estudio, conocido como "The Factory," atinado apodo para su producción en masa, Warhol reinó como un monarca de un reino artístico donde lo inesperado se encontraba con lo provocador. Fue en aquel santuario donde nacieron algunas de sus obras más icónicas, como los retratos de Marilyn Monroe y las latas de sopa. Con cada pincelada y cada reproducción mecánica, Warhol cuestionaba el valor del arte en un mundo cada vez más saturado de imágenes. Lo triste es que hubo un público que lo endiosó y le dio un valor auténtico a expresiones que no sé si lo valían, pero como él mismo dijo: "En el futuro, todos serán mundialmente famosos por 15 minutos", una frase que se ha convertido en una profecía en la era de las redes sociales y que desde luego sólo alguien como él podría haber acuñado de forma tan ad-hoc.
Entre las figuras que se movían en el mundo de Warhol y dentro de The Factory, una destacó por su energía y talento, me refiero a Jean-Michel Basquiat, un talentosísimo artista joven, de cabellera enmarañada y estilo vibrante que llegó a la escena artística de Nueva York como un huracán y se plantó para en muy pocos años convertirse en alguien imborrable dentro de la historia del arte moderno y contemporáneo. Basquiat y Warhol, aunque provenían de mundos muy diferentes y tenían una marcada diferencia de edades, formaron una amistad y una colaboración única. Juntos crearon obras que fusionaban el arte pop de Warhol con los trazos expresivos y crudos de Basquiat. En sus pinturas conjuntas, los colores brillantes y los símbolos se fusionaron creando un diálogo visual que reflejaba tanto la admiración como las tensiones entre ellos, pero sobre todo que lograba que la obra de Warhol se enriqueciera con el toque de Jean-Michel. Warhol y Basquiat trabajaron a cuatro manos cerca de doscientas obras entre 1984 y 1985, año en que se inauguró la exposición Warhol & Basquiat: Paintings, en la galería Tony Shafrazi, en SoHo, Nueva York, que estuvo compuesta de 16 pinturas exhibidas por primera vez al público. Sin embargo, cabe decir que su relación no estuvo exenta de controversias, ya que algunos desde entonces veían a Warhol como una figura que se beneficiaba del talento de Basquiat.
Otro aspecto controvertido de la carrera de Warhol y que vale la pena citar es el supuesto conflicto con Yayoi Kusama, artista japonesa, hoy mundial,mente famosa, que es conocida por sus patrones de puntos y su estilo psicodélico. Resulta que en la década de 1960, Kusama acusó a Warhol de plagiar sus ideas y utilizar su trabajo sin reconocimiento, al respecto Kusama, quien también estaba activa ya entonces en la escena artística de Nueva York, afirmó que Warhol había asistido a sus exposiciones y se había apropiado de su concepto de repetición de imágenes. Aunque estas acusaciones nunca se probaron formalmente sí resaltan las complejas dinámicas de poder y reconocimiento en el mundo del arte, especialmente en un momento en que las artistas mujeres y de minorías étnicas luchaban por obtener visibilidad. Kusama nación en 1929 y aún está en activo a los 95 años. En noviembre de 2008, Christie's de Nueva York vendió una obra suya de la serie"Redes Infinitas" la No. 2, que data de 1959 en US$5.1 millones de dólares, un récord para una artista en vida en ese momento.
Más allá de mi gusto o no, y de mi crítica a su obra, lo cierto es también que la importancia de Andy Warhol en el mundo del arte no se limita a sus obras visuales y al impacto que éstas tuvieron entre los distintos jugadores de la industria como galeros y coleccionistas, sino que Warhol fue un pionero en la forma en que los artistas se relacionan con los medios y con el mercado. Su estudio, se convirtió en un centro de experimentación artística y social, donde se congregaban músicos, actores, escritores y otros creativos. Warhol también fue, al igual que lo fue Dalí, de quien hablamos hace no mucho, un precursor en la creación de una marca personal, utilizando su imagen y su nombre como parte integral de su arte y en este sentido, la conciencia que Warhol tuvo de sí mismo como un producto fue una de las primeras manifestaciones de lo que hoy entendemos como la figura del "artista-empresario".
La obra de Warhol ha dejado una huella imborrable en la cultura contemporánea. Su enfoque en la banalidad y lo cotidiano ha influido en generaciones de artistas que exploran la relación entre el arte y la vida diaria y quizá entonces su genialidad radique en la conversión de lo convencional a una expresión artística. Warhol anticipó muchos de los debates actuales sobre la originalidad, la autenticidad y el valor en el arte, temas que, hay que decir, siguen siendo relevantes en un mundo cada vez más mediado por la tecnología.
En cuanto al legado de este hombre, es innegable que su influencia trasciende el ámbito artístico. Warhol fue un visionario que supo entender el poder de las imágenes y la fama en la cultura moderna. Sus obras, me guste o no, siguen siendo objetos de estudio, admiración, anhelo y protagonismo en las casas de subasta y su impacto se ha extendido a áreas tan diversas como la moda, el cine o la música.
En conclusión, Andy Warhol gracias a su habilidad para desafiar las expectativas artísticas lo convierten en un icono cultural perdurable y aunque a mi no termine de convencerme, la importancia de su obra y su influencia en el arte contemporáneo son innegables. Warhol no solo replanteó la forma de hacer arte, sino que cambió la forma en que éste se conceptualiza.
Así, la historia de Andy Warhol no es solo la historia de un artista, sino que puede ser el epicentro de la crónica de una época, un tiempo en el que a la celebridad se le otorgó el grado de dios y las imágenes con la firma y a veces rostro de éste se multiplicaron poniéndose al alcance de las masas como nunca antes.
Entre sus frases, les comparto esta "El arte es lo que puede salirse con la suya", si esto fuera así, luego entonces, él sería arte, lo que sí, es que la afirmación ratifica su espíritu provocador.
Buena noche, i.
Se dice que sus cuadros reflejan la mayor crítica a la superficialidad de la sociedad de consumo, pero llamar arte a su obra parecería desmesurado.