Hace un tiempo que no hablamos ni de fauna ni de flora. Hoy suena bien para tocar los temas.
Habíamos dicho en algún punto que existen miles de especies de animales y que el número es tan grande que es difícil que alguien conozca más del 1 o 2 por ciento de todas las que existen en el mundo. Hoy, te comparto uno endémico de México que me ha gustado y que yo, al menos, no conocía.
Se trata del cacomixtle, conocido también como el “puerquito” o “cacomistle”, es un mamífero nativo de México que pertenece a la familia de los procilídidos, una especie que se distingue por su apariencia similar a la de un pequeño mapache. Este fascinante animal, cuyo nombre científico es Bassariscus sumichrasti, juega un papel ecológico crucial en los bosques y selvas que habita. Se encuentra principalmente en regiones montañosas y selvas tropicales, donde su agilidad y habilidades trepadoras le permiten moverse con facilidad entre los árboles y arbustos en busca de alimento.
Una de las características más destacadas del cacomixtle es su dieta omnívora, que incluye frutas, insectos, pequeños vertebrados y huevos, pero puede comer incluso peces y carroña. Su capacidad para adaptarse a diferentes fuentes de alimento es una ventaja en el cambiante entorno de su hábitat. Además, su pelaje rayado y su cola larga y prensil son adaptaciones evolutivas que le permiten camuflarse en el entorno selvático y mejorar su destreza en la trepa. Estos rasgos también le ayudan a evadir a los depredadores y a realizar su búsqueda de alimento con mayor eficacia.
En términos de conservación, el cacomixtle enfrenta desafíos debido a la pérdida de hábitat y la deforestación, aunque actualmente por fortuna no está catalogado como una especie en peligro crítico, su población está sujeta a las presiones de la expansión urbana y la degradación ambiental, sin embargo, la protección de sus hábitats naturales y la promoción de prácticas de conservación sí son fundamentales para asegurar la supervivencia de este vital componente de la biodiversidad mexicana.
El cacomixtle en promedio es más pequeño que un gato doméstico, midiendo entre 60 y 80 centímetros y pesando entre 870 gr y 1.1kg, sus depredadores naturales del son los búhos, los mapaches, los zorros, coyotes y los halcones.
Otro animal que conocí estos días es la hormiga panda, ya la verás abajo, pero llama la atención porque aunque parece que se trata de una hormiga de pelaje suave y aterciopelado en blanco y negro, la realidad es que se trata de una avispa. La hembra que no tiene alas, tiene un poderoso aguijón que le ayuda en el desove y en la defensa de la especie y su picadura puede ser muy dolorosa. Del otro lado, tenemos al macho quien carece de aguijón, pero tiene alas que le permiten volar.
Visualmente se la confunde con una hormiga por su estilo al caminar y estructura corporal pero, nada más lejos de la realidad.
Este tipo de avispa según leí, es solitaria, no vive en colonias ni tiene un nido, tampoco es agresiva, no obstante una de sus particularidades es que se comporta como un parásito, pues coloca sus huevos cerca o dentro de los nidos de otros insectos que contienen larvas, y cuando nacen sus crías, éstas se se alimentan de las larvas.
Su llamativa coloración es aposemática ya que sirve de advertencia a los depredadores de su dolorosa y poderosa picadura y ambos sexos coinciden en que poseen antenas y patas están cubiertas de espinas cortas y negras, lo que es una excepción a su dimorfismo sexual extremo, por ejemplo, además de la presencia de las alas y del aguijón, otra diferencia es que los machos tienen sus pelos más cortos que las hembras y los machos significativamente más grandes que las hembras, pero éstas poseen un aguijón y glándulas venenosas, que les proporcionan una potente picadura, tanto que se cree que con tan solo seis picaduras la hormiga puede matar a un animal que pese al menos 1 kilo. ¿tú ya la conocías?
En otros temas de naturaleza, pero ya no de fauna, en el vasto Océano Índico, a unos 340 kilómetros al sur de la península arábiga y con un pie en el umbral de la penumbra del continente africano, yace la isla de Socotra, un lugar que parece sacado de un sueño de otro mundo. Esta isla, aislada entre dos continentes y entre dos mares, se ha convertido en un enigma biológico y geográfico, un santuario donde la naturaleza una vez más nos muestra su genialidad artística. Socotra, con su paisaje árido y sus formaciones rocosas extraordinarias, cuenta con una biodiversidad que parece haber evolucionado en una dimensión paralela, desarrollando características tan únicas que desafían la imaginación.
En el corazón de este ecosistema fascinante se alza el árbol dragón de Socotra (Dracaena cinnabari), una especie tan emblemática como extraña. Con sus ramas extendidas en un patrón que asemeja una sombrilla o bien un hongo, este árbol se erige como un símbolo de la isla. Su resina roja, conocida como “sangre de dragón”, fluye de sus heridas como un recordatorio de su antiguo valor. Durante siglos, esta resina ha sido apreciada en medicina y tintes, y su presencia en los mercados de la antigüedad conectó a Socotra con el mundo más allá de sus costas, pero, más allá de su valor comercial, el árbol dragón es un testimonio viviente de la adaptabilidad y resistencia en un entorno desafiante.
La estructura del árbol dragón es una obra maestra de la adaptación ya que en un entorno árido y con temperaturas que pueden ser implacables, sus ramas se extienden horizontalmente, creando una corona de hojas que minimiza la pérdida de agua y maximiza la captación de la humedad ayudándose de sus raíces profundas para encontrar agua en los rincones más profundos del suelo lo que les permite sobrevivir donde muchas otras especies se rendirían.
Espero que hayas disfrutado la lectura de hoy y que hayas aprendido algo nuevo. Si te gustó, compártelo y comenta para crear comunidad.
Saludos, i.
Bravo, me encantó aprender tres temas completamente desconocidos.👏🏻👏🏻 ¡Gracias!