Hoy en California se debe estar de fiesta y es que en un día como hoy 4 de septiembre pero de 1781, en lo que hoy conocemos como el estado de California, se dio un evento fundamental para la historia de la región: la fundación del Pueblo de la Reina de los Ángeles, conocido en la actualidad como Los Ángeles. Esta fundación, realizada por los españoles Gaspar de Portolá y Junípero Serra, marcó el inicio de una historia rica y compleja que ha moldeado la identidad de la ciudad y su papel en la historia de los Estados Unidos.
En el siglo XVIII, la región que hoy forma parte del estado de California era conocida por los nativos como el Valle del Humo. Este nombre reflejaba las condiciones atmosféricas particulares y el entorno natural que dominaba el área. Los españoles, en su exploración y colonización de las Américas, estaban interesados en expandir sus territorios y establecer nuevas colonias que pudieran servir de base para sus objetivos militares y económicos y la región del Valle del Humo, con su ubicación estratégica cerca del océano Pacífico, presentaba una oportunidad atractiva para los colonizadores españoles.
Gaspar de Portolá y Junípero Serra fueron figuras cruciales en la fundación de Los Ángeles. Portolá, un militar español, había sido designado para explorar y establecer asentamientos en la Alta California, mientras que Serra, un fraile franciscano, tenía la misión de evangelizar a las comunidades indígenas y establecer misiones en la región. Su colaboración representaba una combinación de objetivos civiles y religiosos, que buscaban tanto la expansión territorial como la conversión religiosa de los pueblos nativos.
Portolá y Serra llegaron al Valle del Humo en 1781 con la intención de fundar un nuevo pueblo que sirviera como un punto estratégico en la red de misiones y presidios españoles, por lo que la disponibilidad de agua, la fertilidad del suelo y la ubicación estratégica cerca de rutas comerciales y defensivas, fueron decisivos para la elección del sitio.
El 4 de septiembre de 1781, Portolá y Serra establecieron formalmente el Pueblo de la Reina de los Ángeles. Este acto no solo marcó el inicio de una nueva comunidad, sino que también sentó las bases para el desarrollo futuro de una de las ciudades más influyentes en la historia de Estados Unidos y probablemente de todo occidente. En ese momento, la fundación del pueblo estuvo acompañada de una ceremonia que incluyó la colocación de una cruz y la celebración de una misa, simbolizando la unión de las autoridades civiles y eclesiásticas en el proceso de colonización.
Respecto del nombre, la elección del nombre "Pueblo de la Reina de los Ángeles" reflejaba la devoción religiosa de los fundadores y su deseo de honrar a la Virgen María, después se abrevió a Los Ángeles, luego LA, y hoy uno de los nombres de ciudad más reconocidos a nivel mundial.
Pero no todo fue glamour y gran urbe, pues se debe considerar el impacto de la fundación de Los Ángeles en los pueblos indígenas que habitaban la región. La llegada de los españoles y la subsecuente colonización significaron cambios drásticos en las estructuras sociales, económicas y culturales de las comunidades nativas. Los indígenas, quienes habían vivido en la región durante siglos, se encontraron frente a una nueva realidad marcada por la imposición de sistemas coloniales y religiosos.
Dicen los relatos sobre el crecimiento de Los Ángeles, que la relación entre los colonizadores y los pueblos indígenas fue compleja, caracterizada por una mezcla de cooperación, conflicto y resistencia y a pesar de las intenciones misioneras de los frailes, la colonización trajo consigo enfermedades, despojo de tierras y cambios forzados en las formas de vida tradicionales de los pueblos nativos.
Como es obvio, transcurridos los años el Pueblo de la Reina de los Ángeles creció y evolucionó. La ubicación estratégica del asentamiento ayudó a su desarrollo, con la agricultura y la ganadería como bases económicas iniciales y esto junto con la creciente migración de colonos y comerciantes, facilitó el crecimiento de la población y la expansión de la infraestructura.
Durante el siglo XIX, Los Ángeles pasó a formar parte de México después de la independencia en 1821 y, posteriormente, se convirtió en parte de los Estados Unidos tras la Guerra de México y la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848. Estos cambios políticos y territoriales contribuyeron al crecimiento continuo de la ciudad y su transformación en un centro económico y cultural importante.
Hoy en día, Los Ángeles es una metrópoli global, conocida por su diversidad cultural, influencia en la industria del entretenimiento y papel como centro económico y cultural, sin embargo sus orígenes siguen estando latentes en sus tradiciones, arquitectura y celebraciones, así como en la preservación de la herencia colonial de la ciudad, legado cultural que conmemoran mediante los nombres de calles, edificios históricos y museos.
Así pues, feliz cumpleaños para LA, que en temas de mayor interés este domingo recibirán en el primer fin de semana de la NFL a las Vegas Raiders vs mis poderosísimos Chargers. Comienza la temporada y es muy difícil no emocionarse!
Buena tarde, i.
Ciudad cosmopolita, reina de la industria de la cinta de plata, en la que se lucen las huellas de infinidad de celebridades y se sirve el café de una y mil maneras, con playas en las que se disfruta del surf.
Gracias disfrute la lectura.