Quiero destacar la importancia del color azul maya, único en la historia del color, por la permanencia en su tonalidad y la fabulosa adherencia a la superficie donde se le aplica, preparada por los mayas en su época. Cómo ejemplo de ello les comparto la imagen de los murales en Bonampak, en Chiapas, ubicados en el sitio arqueológico del mismo nombre. Esta decoración historiada y cromática, se encuentra en un estado de deterioro un poco avanzado. Pese a esto, el azul maya destaca, y los caracteriza como los creadores de un color inigualable.
Templo de los Frescos, tres cuartos independientes cuyas paredes y techos están totalmente decorados con pinturas realizadas a fines del siglo VIII (año 790-92).
El color azul maya se prepara sometiendo el índigo –un colorante vegetal– y la atapulguita –una arcilla blanca–, a un proceso que da como resultado un pigmento sumamente resistente.
Los colorantes basados en el azul índigo –un azul marino-, resultaban ser los únicos que podían soportar los rigores de la constante exposición a la luz solar y ofrecer un grado razonable de estabilidad del color.
Los materiales que dan color a una pintura pueden ser pigmentos –sustancias inorgánicas, tierras o minerales molidos- o colorantes –sustancias orgánicas, extractos de plantas; salvo la cochinilla –proviene de un insecto- y el púrpura –proviene de un caracol-murex.
Estarás preguntándote ¿en qué otra parte podemos encontrar estos colores prehispánicos?… en los objetos de barro decorados como las vasijas, los incensarios y en los códices. Un códice es un soporte, el cual principalmente es un pergamino -una piel de animal tratada con cal, y satinada con piedra pómez-. Las hojas así tratadas se unían en cuadernillos llamados códices. Se conoce el análisis de 13 códices mexicanos, en donde uno de ellos es prehispánico y los otros son coloniales.
Los colores en los códices prehispánicos son colorantes encontrados en los códices del México Central. Se descubrieron los azules del azul maya; los rojos, los amarillos; para los verdes se obtuvo una mezcla de azul maya y un colorante amarillo.
El Códice Borbónico, me parece el mejor ejemplo cromático para mostrarles el azul.
“Chalchihuitl” es el término náhuatl que simboliza el “verde-azul”.
Éste tono de azul se usaba para describir aquello que era realmente valioso, como los líquidos y la buena cosecha, también era el color de los jades y esmeraldas.
A continuación, les comparto los diferentes nombres que tiene el color azul desde la época prehispánica, en náhuatl:
Texotlalli o texotli: azul
Texotli : azul maya
Mohuitli: azul oscuro
Tlacehuilli : índigo
Mohuitli: azul oscuro
Hablando de la importancia del color, no puedo dejar de mencionar el rojo mexicano, proviene de la época de los aztecas. Se origina gracias a la grana cochinilla, un pequeño animalito-insecto. Éste se le desprende del nopal, se muele y obtenemos un color rojizo muy intenso. Es un colorante natural.
Nocheztli: grana cochinilla en bruto. Fue el más exportado de la Nueva España durante el siglo XVI, después del oro y la plata. Este rojo mexicano es parte de nuestra historia.
En el Jardín Etnobotánico, en la ciudad de Oaxaca, tuve la oportunidad de recorrer el lugar con la persona autorizada, es decir, la guía, quien nos explicó sobre la historia y la importancia de las plantas que ahí se encuentran. Pude comprobar el rojo sangre que resulta de moler la grana cochinilla. Si tienes oportunidad de viajar a la ciudad de Oaxaca, no dejes de visitar su jardín, es con previa cita.
VARIANTES de los tonos de rojo
Tlapalnextli, «rojo ceniza»
Camopalli, «rojo patata dulce»
Tlacuahuac (duro)-tlapalli: pigmento laca rojo.
Camopalli : Pigmento laca rojo oscuro
Achiyotl (piedra de achiyotl) pigmento laca rojo
Huitzcuahuitl : palo Brasil.
Es fascinante la historia y el origen de los colores, les comparto algunos detalles de cada uno, manteniendo su interés y profundizando en cada color. En el próximo artículo hablaré del color en el poder
Muchas gracias Mario, es un gusto saberlo
Leerte es aprender
Gracias Katia