En el campo de la literatura a los que nos gustan los libros la semana de premiación se torna en días de interés, pues se especula sobre y se anuncia al galardonado con el codiciado Nobel de las letras. También es cierto, que al menos en mi caso, no son pocas las veces que la academia se encarga de decepcionarme con unas resoluciones extrañas que rompen todas y cada una de las quinielas que las casas de apuestas realizan con tanto entusiasmo.
A lo largo de los años desde que lo ganara el ensayista francés Sully Prudhomme en 1901, la Academia Sueca ha tenido a mi parecer aciertos y extrañezas contables, dejando fuera a no pocos escritores que debieron ser merecedores indiscutibles de la medalla que lleva el rostro de Alfred Nobel.
Entre los galardonados en más de un siglo, destacan figuras de la talla de Albert Camus, Pablo Neruda, José Saramago, Rudyard Kipling, Selma Lagerlöf (primera mujer en ganarlo, valiéndole para ello la apreciación de su idealismo elevado, su intensa imaginación y su percepción espiritual característica en su obra (según la propia Academia), Anatole France, Thomas Mann, Hermann Hesse y algunos otros nombres por todos conocidos como Coetzee, Paz, Cela o Ishiguru por nombrar algunos, y claro otros no tan conocidos al menos de este lado del globo (en parte por la carencia de traducciones), como es el caso del galardonado en 2023, Jon Fosse; y otros muchos controversiales por decir lo menos, como el caso de Bob Dylan en 2016.
Del mismo modo, la Academia, no ha tenido empacho en dejar fuera a algunos grandes de las letras de forma inexplicable, ejemplos de lo anterior, son Jorge Luis Borges, Ruben Darío, Virginia Woolf, Pessoa, Proust, Tolstoi, James Joyce u otros tantos.
Así como los premiados y los olvidados por orgullo, ignorancia, capricho, política u otro sinfín de razones, también están desde luego merodeando el galardón los eternos candidatos; los que encabezan año con año las expectativas pero que año con año el nombre escrito en el sobre se encarga de asesinar la esperanza para que ésta tras un largo descanso reviva doce meses después tan solo para volver a fenecer. En ese largo listado están talentosos escritores como Murakami, Joyce Carol Oates, Salman Ruishdie, Margaret Atwood o el rumano Mircea Cărtărescu. En 2024 algunos persisten y otros han dejado un hueco.
Este año no es excepción y las apuestas no esperan. La gran favorita es la vanguardista china Can Xue quien es considerada la escritora de ficción experimental más destacada de su país. En castellano es poco lo que hay de su obra, pero Hermida Editores tiene al menos un par de textos (La frontera y Nubes flotantes y envejecidas), y Aristas Martínez tiene otras dos, a saber: Al otro lado y Hojas rojas.
Aunque encabeza las apuestas, dudo que lo gane pues nunca resulta ganador quien se mantiene como favorito entre los lectores, críticos y divulgadores de letras.
Ahora bien, las opciones son amplias y todo es posible, si bien China no lo gana desde el 2012, también fue el último país asiático en hacerlo, por lo que tal circunstancia no juega a favor. El último galardón como dijimos fue para Noruega y fue para un caballero por lo que podría pensarse que este año será una mujer de origen latino, africano o asiático quien se levante con el Nobel. La Lengua española no lo gana desde el 2010 y la lengua portuguesa por ejemplo no lo gana desde 1998. La última vez que hubo dos hombres premiados de modo consecutivo fue en 2016 y 2017 siendo Dylan e Ishiguro los laureados. Respecto a los países que han recibido más veces el Nobel a las letras, el reinado lo lleva Francia con catorce ocasiones, seguida de Estados Unidos con diez preseas, luego Reino Unido y Suecia con 8 y 7 respectivamente. En empate con seis están Alemania, Italia y Polonia; España y Rusia tienen cinco, Japón tres, Chile dos al igual que Sudáfrica, China, Austria y Canadá; México ya sabemos que es titular de uno gracias a Paz y en ese mismo número hay más de diez países que pertenecen a todos los continentes.
A Can Xue, según los expertos y los no tan expertos, le acompañan en la lista de favoritos, en términos generales y con pequeñas diferencias según la publicación y el análisis, los siguientes:
Adonis, que es un poeta y ensayista sirio de 94 años de edad, lo que puede favorecerle, además de que Siria nunca lo ha ganado. La fundada en Barcelona pero de sangre regiomontana, de Jeannette Clariond, Vaso Roto, le ha editado en castellano en 2023 Adoniada.
Siempre en la lista, este año no dejan de estar John Banville de Irlanda, Anne Carson poeta canadiense y el rumano Mircea Cărtărescu, que bajo el paraguas de Impedimenta (gran casa editorial independiente) este último septiembre publicó en español su libro Theodoros. Sobre el autor rumano, Xavi Ayón de la Vanguardia ha afirmado: «Cărtărescu es la gran estrella de las letras europeas.», mientras que Frances Serés para el País, ha expresado que: «Cada libro de Cărtărescu es una pequeña victoria de la literatura. Pocos autores son capaces de andar tan al fondo de sí mismos […]». Para mí Cărtărescu sea quizá el favorito.
Una primer sorpresa es la aparición entre los favoritos de tres representantes del castellano; el español Enrique Vila-Matas por un lado y la mexicana Elena Poniatowska, quien ya supera los 90 otoños y quien también ha realizado un trabajo magnifico retratando México a través de sus novelas, ensayos y trabajo periodístico, haciéndolo desde la mirada del arte pero también desde eventos políticos que han sacudido a nuestro país. Sería maravilloso que la niña Amor, se hiciera con este galardón y no lo veo tan descabellado. El último latino entre la lista de favoritos es el poeta chileno Raúl Zurita que seguro estaría orgulloso de seguir los pasos de sus compatriotas Mistral y Neruda. Honestamente no conozco su obra, pero me lo apunto para explorarlo.
La segunda sorpresa es que finalmente después de muchos años de protagonizar, este año es casi inexistente la presencia de Joyce Carol Oates y Murakami en la lista, lo que me inclina a pensar que quizá sea este año que por fin se lo lleven y para mí cualquiera de los dos lo tiene más que merecido. Por oportunidad de genero en la ruleta, los momios le favorecerían a Oates (además de por edad), sin embargo, en 2020 la estadounidense Louise Glück se lo llevó para las barras y las estrellas, mientras que Japón no lo ve desde 1994 cuando la Academia reconoció a Kenzaburō Ōe y en ese sentido, la fortuna debiera favorecerle al autor de iQ84.
En fin, hay cientos de escritores que pudieran ganar el galardón y es casi imposible hacer un pronóstico preciso, más aún, que la Academia suele sorprender.
Espero que este año, el criterio y la designación del premio sea para quien sea, resulte al menos en una coincidencia universal de merecimiento derivado del mérito y no en un nombre que deje frío y triste a más de uno, pero como en 2022 dijera el constantemente atinado don Arturo Pérez Reverte: […] Que Javier Marías se haya muerto sin ganar el Nobel, ya dice bastante de la Academia.
Así las cosas, sólo nos queda esperar el ansiado nombre este próximo jueves 10 de octubre cuando desde Estocolmo se anuncie el nombre de quien quedará por siempre, con mérito o no, tatuado en la historia de las letras, aunque como ha sido el caso de no pocos ganadores, pueda ser que su literatura quede en el olvido.
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Israel señalas espléndidamente, como el Novel de literatura ha marginado a personajes que brillan en el campo de las letras.
Gracias Israel, porque nos regalas un listado de nombres que gracias a ti por un lado, a unos recordamos y a otros ahora de ellos sabemos y por el otro lado, impides que caigamos en el presagio de J. Saramago quien defendió la necesidad de trasmitir la memoria histórica, porque de lo contrario “se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia”.
Enhorabuena
Tristemente sólo se le ha otorgado a 16 mujeres!! Y estoy segura que ha habido muchas más que lo han merecido. Discriminación,??