138 The Coolture

David de las Heras, el artista plástico que encontró su camino en los libros

A veces, y no debería de ser así nunca, pero es cierto que a veces lo es, uno compra un determinado libro con base en su portada, o al menos si esto fuese falso, no hay duda en que si no conocemos al autor, o nos guiamos por la editorial, entonces la portada es un buen indicador de los libros que tomamos para indagar sobre el título y echarnos un clavado en la contraportada para resolver si es una lectura que nos apetece o no. Así las cosas, las portadas, sobre todo en los casos en que rondamos por las librerías husmeando sin tener una compra previamente determinada, juega un papel fundamental para que la obra de que se trate se procure una mayor circulación y alcance números de venta que permitan a su autor que la casa editorial le contrate su siguiente libro.

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de País Vasco, y dueño de una obra marcada de un realismo introspectivo y sensorial, el nacido en Bilbao en 1984, David de las Heras se ha convertido en los últimos años desde su estudio en Barcelona, en un referente para estos trabajos, logrando alcanzar el indicativo de gran partidista español.

Es verdad que con frecuencia cuando hablamos de arte, hablamos del pasado, de cuadros, movimientos o artistas que han dejado huella en el celoso y muy particular mundo del arte, y creo que es fundamental también mirar a los que están vivos y no consagrados, a aquellos artistas emergentes que están en camino a posicionarse y cuya obra aún es una denotación de talento, por eso he querido platicar un poco sobre este gran artista plástico e ilustrador que quizá hoy no es tan conocido, si no se está familiarizado con el medio pero que sin duda vale la pena saber sobre él, porque sin duda también, cada uno de nosotros que hemos estado en una librería en tiempos recientes hemos estado en contacto visual con su obra, aunque su nombre pocas veces se devele, pues para verlo, habría que mirar la página de los legales muy al inicio y poner atención en los copyrights o derechos de autor, y eso casi nadie lo hace…

«Para mí siempre ha habido una gran diferencia entre ser ilustrador y un artista de galería o museo. A diferencia del arte, que es más subjetivo, la ilustración siempre se apoya en el texto. El objetivo es comunicar de la forma más universal posible. Intento abrir puertas a través de símbolos reconocibles»

El mundo editorial como sabemos, al menos en castellano, está dominado por los dos gigantes corporativos que son dueños de un enorme número de sellos, me refiero a Penguin Random House y a Grupo Planeta, aunque sobre todo en los últimos años una serie de editoriales pequeñas y muy cuidadas como Blackie Books, Impedimenta o Libros del Asteroide han venido despuntando. A la par sobreviven las independientes de prestigio y de antaño como Acantilado o Anagrama y como en lo concerniente a las letras en las que accesar a éstas a veces es una tarea laboriosa que no necesariamente depende solo del talento y la calidad, en el mundo de la ilustración es igualmente difícil ser considerado para ilustrar las páginas de los medios y más aún de los libros, máxime cuando se trata de obras firmadas por autores consagrados.

David de las Heras ha logrado adentrarse en este quisquilloso mundo en todas sus facetas, desde las celosas revistas como LÓbs en Francia o Zeit en Alemania para las que ilustró a Mario Vargas Llosa y a Vladimir Putin respectivamente

hasta la cocina de las editoriales grandes e independientes. Alfaguara que uno de los líderes de mercado y que publica a muchas de las plumas consagradas, lo eligió para ilustrar con gran éxito la última novela del fenómeno editorial, el suizo Joel Dicker y su última novela, Un animal salvaje:

que pintó al óleo en un formato de 2x2, y cuya obra original fue adquirida por el mismo suizo para las oficinas de su editorial Rosie & Wolf, que por supuesto es un súper éxito de ventas, tal como lo ha venido siendo desde su famoso caso Harry Quebert; Pero no sólo Alfaguara que cuelga del bolsillo de PRM, lo contrató sino que Grupo Planeta pensó en él para ilustrar la obra póstuma de García Márquez, En Agosto nos vemos, que vino a dar un toque fresco a las aburridas portadas con las que Diana ilustraba las obras del Nobel colombiano:

El mismo GP, pensó en él para ilustrar la última obra del eterno candidato también al Nobel Haruki Murakami, La ciudad y sus muros inciertos, que publicó bajo Tusquets

Las pequeñas no se han quedado atrás y De las Heras a ilustrado la portada de Atlas de la España imaginaria de Julio Llamazares (Nórdica) y El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad con Editorial Alma.

Así pues sigámosle los pasos a este originario de Bilbao que en 2015 ganó el premio a la mejor cubierta de los Premios Junceda por el libro Kalimán en Jericó (editorial Bambú) y que ha dicho encuentra su inspiración en el mundo cinematográfico porque seguro que en el futuro nos estará regalando bellas ediciones de la mano de editoriales indistintas…