141 The Coolture
La reapertura del ícono de una nación, un monumento de la humanidad y un clásico de las letras
"El shock de la reapertura será tan fuerte como el del incendio"
Emmanuel Macron
El 15 de abril de 2019 la icónica catedral, joya de la arquitectura gótica, que comenzó a construirse en 1163 y fue culminada en 1345, situada en la isla de la Cité, en el río Sena, sufrió un grave incendio durante las obras de rehabilitación del templo. París y el mundo temieron que tras la emblemática aguja central, el resto de Notre Dame se viniera abajo, sin embargo como el presidente Macron declarara en su momento, “gracias al coraje del cuerpo de bomberos la fachada y las dos torres principales no se han caído", y sí, gracias al trabajo de cerca de 500 bomberos la estructura de la fachada y los campanarios lograron resistir la furia del fuego.
Dos años atrás, habiendo pasado tres desde la tragedia y al ritmo que el mandatario francés había prometido los obreros habían logrado ya retirar el material dañado, asegurado las estructuras y cubierto el templo con un tejado provisional, adicionalmente los resquicios del tiempo y del plomo fueron limpiados de los muros. Durante el año cuatro, tuvo lugar la titánica tarea de levantar una nueva aguja idéntica a la creada por Eugène Viollet le Duc en el siglo XIX.
Han pasado poco más de cinco años desde que el cielo de París se tornó negro y las llamas abrasaron el templo que Víctor Hugo inmortalizara en su obra clásica de 1831 y Macron ha cumplido su palabra, el día de mañana tendrá lugar la reapertura de la catedral, acto que representa un momento histórico para todos los nacionales.
"Nunca hemos tenido una visión tan clara de la catedral, ni siquiera antes de la restauración realizada por Viollet le Duc en 1845", señaló Philippe Jost, responsable de la empresa encargada de la reconstrucción y continuó: “Esa renovada Notre-Dame se parece más a la catedral tal y como fue concebida en la Edad Media".
En palabras de los primeros asistentes a la catedral y que se reducen en buena medida a prensa, friends and family, antes de la apertura pública, la joya arquitectónica medieval que Notre Dame representa, desvela (tras su remodelación) un nuevo esplendor, con muros más luminosos y limpios, no sólo se ha reconstruido sino que como consecuencia de la limpieza profunda que se ha realizado en cada rincón del monumento, se ha logrado destapar la pureza que antes estaba oculta.
Antes de la apertura al mundo, las ceremonias religiosas y laicas de reapertura están previstas el próximo mañana y pasado, 7 y 8 de diciembre.
Una vez más, la realidad se entrelaza con la literatura, o bien la realidad imita a la ficción. Víctor Hugo que puso el pase para que Notre Dame alcanzara la fama y respeto que hoy tiene, a través de sus miedos y sueños plasmados en su novela, logró que en 1845 se proclamara una ley para su restauración y salvación, también de forma premonitoria narró un incendio sobre la misma. Lo escribió más o menos así:
Todas las miradas se dirigían a la parte superior de la catedral y era algo extraordinario lo que estaban viendo: en la parte más elevada de la última galería, por encima del rosetón central, había una gran llama que subía entre los campanarios con turbillones de chispas, una gran llama revuelta y furiosa, de la que el viento arrancaba a veces una lengua en medio de una gran humareda.
Por debajo de aquella llama, por debajo de la oscura balaustrada de tréboles al rojo, dos gárgolas con caras de monstruos vomitaban sin cesar una lluvia ardiente que se destacaba contra la oscuridad de la fachada inferior. A medida que aquellos dos chorros líquidos se aproximaban al suelo, se iban esparciendo en haces, como el agua que sale por los mil agujeros de una regadera.
Por encima de las llamas, las enormes torres, de las que en cada una se destacaban dos caras, una toda negra y otra totalmente roja, parecían aún más altas por la enorme sombra que proyectaban hacia el cielo. Sus innumerables esculturas de diablos y de dragones adquirían un aspecto lúgubre y daba la impresión de que la inquieta claridad de la llama les insuflara movimiento. Había sierpes que parecían reír, gárgolas que podría creerse que aullaban, salamandras que resoplaban en las llamas, tarascas que estornudaban por el humo; y entre todos aquellos monstruos, despertados así de su sueño de piedra por aquella llama y por aquel clamor, había uno que andaba y al que, de vez en cuando, se le veía pasar por el frente de la hoguera como un murciélago ante una luz. Seguramente aquel extraño faro iba a despertar, a lo lejos, al leñador de las colinas de Bicetre, temeroso al ver temblar sobre sus brazos la sombra gigantesca de las torres de Nuestra Señora.
Bueno, da gusto saber que tras cinco años de arduos trabajos, el sudor y esmero de más de dos mil artesanos y trabajadores y un costo aproximado de mil millones de dólares, en su mayoría producto de donaciones, el ícono de Francia, un monumento patrimonio de la humanidad y el sueño de un escritor que con sus palabras logró rescatarlo en primera instancia, se mantenga en pie y más vivo que nunca.
Te deseo un buen fin de semana y un pronto vuelo a París, para visitar esta joya renovada.
Respira Paris. Nutre el alma.
Víctor Hugo
Notre Dame tiene el valor de los grandes símbolos que trascienden al ámbito territorial, al identitario o al religioso, su incendio parecía la pérdida de algo irrepetible e irremplazable, en palabras de Cristina Escudero Ramírez.
Y sin embargo hoy el emblema de Francia restaurado, abre sus puertas en ceremonia televisada (ver en YouTube). Notre Dame renace en todo su esplendor para beneficio de todos.