044 The Coolture
El instrumento que se toca sin ser tocado; Kafka en la pluma de Auster; Frases para reflexionar; La nueva obra de David Foenkinos.
El Theremín
Esta palabra que suena como sacada de alguna novela de fantasía o de una película de ciencia ficción, es un instrumento musical electrónico inventado en 1920 y patentado en 1928 por Lev Termen un físico ruso cuyo nombre occidentalizado se lee como León Theremín.
Este instrumento que se antoja surrealista manipula las ondas del sonido por medio de los movimientos corporales de quien lo toca sin tocarlo fisicamente y es que para que este instrumento musical funcione no necesita contacto, ni cuerdas, ni caja de resonancia; El theremín consta de dos antenas capaces de detectar la posición de las manos del theremista, quien controla con una mano la frecuencia y con otra la amplitud, resultando en que las señales eléctricas del theremín se amplifiquen y se envíen a un altavoz. Al theremín se le conoce como el primer instrumento electrónico de la historia.
Es sabido que el sonido se produce cuando algo vibra, en el caso de este instrumento la vibración es la consecuencia de la corriente eléctrica que crea un campo electromagnético que el instrumento genera mediante un sistema de válvulas y bobinas, que se modulan o controlan mediante el movimiento de manos del theremista al acercarse y despegarse de las antenas, controlando de este modo las oscilaciones de la corriente y creando ondas de sonido. De esta manera el músico produce música proveniente del instrumento pero sin tocarlo siquiera.
Una banda sonora clásica donde puedes escuchar el sonido del theremín, es la oda bíblica de Los Diez Mandamientos.
En este video puedes ver a Peter Pringle ejecutar Over the Rainbow, la obra musical clásica del Mago de Oz compuesta por Harold Arlen en 1939, con apoyo de un theremin RCA de 1929, para que puedas visualmente ver cómo funciona, mientras que aquí puedes ver al propio Lev Termen, haciendo una demostración de su invento.
Un cuento de Paul Auster
El número inicial de TheCoolture 001 coincidió con el anuncio del fallecimiento del gran Paul Auster, quien falleció el 30 de abril pasado y de quien hablamos un poco en el referido número, haciendo mención a la influencia que Franz Kafka y el irlandés Samuel Beckett tuvieron en su obra.
El día de hoy recibí de un buen amigo este cuento que me compartió de Auster y que justamente hace referencia a la calidad humana del autor de La Metamorfosis.
Espero que como yo, lo disfrutes muchísimo:
Por Paul Auster2
Todas las tardes, Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de veces, Dora, su pareja, lo acompaña. Un día, se encuentran con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. “Tu muñeca ha salido de viaje», le dice. “¿Y tú cómo lo sabes?”, le pregunta la niña. “Porque me ha escrito una carta”, responde Kafka. La niña parece recelosa. “¿Tienes ahí la carta?”, pregunta ella. “No, lo siento”, dice él, “me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo.” Es tan persuasivo, que la niña ya no sabe qué pensar. ¿Es posible que ese hombre misterioso esté diciendo la verdad?
Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta. Se sienta frente al escritorio y Dora, que ve cómo se concentra en la tarea, observa la misma gravedad y tensión que cuando compone su propia obra. No es cuestión de defraudar a la niña. La situación requiere un verdadero trabajo literario, y está resuelto a hacerlo como es debido. Si se le ocurre una mentira bonita y convincente, podrá sustituir la muñeca perdida por una realidad diferente; falsa, quizá, pero verdadera en cierto modo y verosímil según las leyes de la ficción.
Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires, y por tanto deben separarse durante una temporada. La muñeca promete entonces a la niña que le escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus actividades.
Ahí es donde la historia empieza a llegarme al alma. Ya es increíble que Kafka se tomara la molestia de escribir aquella primera carta, pero ahora se compromete a escribir otra cada día, única y exclusivamente para consolar a la niña, que resulta ser una completa desconocida para él, una criatura que se encuentra casualmente una tarde en el parque. ¿Qué clase de persona hace una cosa así? Y cumple su compromiso durante tres semanas, Nathan. ¡Tres semanas! Uno de los escritores más geniales que han existido jamás sacrificando su tiempo (su precioso tiempo que va menguando cada vez más) para redactar cartas imaginarias de una muñeca perdida. Dora dice que escribía cada frase prestando una tremenda atención al detalle, que la prosa era amena, precisa y absorbente. En otras palabras, era su estilo característico y a lo largo de tres semanas Kafka fue diariamente al parque a leer otra carta a la niña. La muñeca crece, va al colegio, conoce a otra gente. Sigue dando a la niña garantías de su afecto, pero apunta a determinadas complicaciones que han surgido en su vida y hacen imposible su vuelta a casa. Poco a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la muñeca desaparezca de su vida por siempre jamás. Procura encontrar un final satisfactorio, pues teme que, sin no lo consigue, el hechizo se rompa. Tras explorar diversas posibilidades, finalmente se decide a casar a la muñeca. Describe al joven del que se enamora, la fiesta de pedida, la boda en el campo, incluso la casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la última línea, la muñeca se despide de su antigua y querida amiga.
Para entonces, claro está, la niña ya no echa de menos a la muñeca. Kafka le ha dado otra cosa a cambio, y cuando concluyen esas tres semanas, las cartas la han aliviado de su desgracia. La niña tiene la historia, y cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad se transforma.
_________________________________
¡Genio!…
Hablando del otro genio, Kafka, una frase de él, que me parece una joya:
“Youth is happy because it has the capacity to see beauty. Anyone who keeps the ability to see beauty never grows old.”
y una más de Phylicia Rashad que viene muy a modo con la fascinación por las artes, para la reflexión de todos aquellos que están demasiado sumergidos en el Matrix
“Antes de hablar, los niños cantan; antes de escribir, dibujan y apenas se paran, bailan. El arte es fundamental para la expresión humana”
____________________________________
Novedades Literarias
Aprovechando que nos clavamos un poco en el mundo de las letras, ayer publicamos en X que Alfaguara, este sello editorial de PRM, anunció que en Septiembre publicará la nueva novela de David Foenkinos, titulada la Vida Feliz.
A mí, como dije, la pluma del francés me gusta mucho por ligera, profunda y renovada con cada obra y es que Foenkinos es capaz de reinventarse cada vez que publica, cayendo incluso en unos experimentos de estructura muy arriesgados, pero que logra de forma exitosa como sucedió en el caso de su novela Charlotte.
De Foenkinos me gusta todo, pero vale mucho la pena leerse La Delicadeza y Hacia la belleza. De la primera de ellas, se hizo una buena adaptación cinematográfica.
También valen mucho la pena en un segundo orden, Dos Hermanas y La Biblioteca de los Libros Rechazados. En Español, todos ellos por Alfaguara, aunque La Delicadeza es complejo de encontrar.
Foenkinos (Paris 1974), ha sido galardonado por, entre otros varios, el Goncourt, el Renaudot y el Médicis.
Si andan buscando algo fresco para sus lecturas se los recomiendo y bueno, ya veremos que pasa con La vida feliz.
Por lo pronto, deseo que su vida así lo sea, feliz.
Buena tarde, i.
Figure:Lev Termen demonstrating the Theremin in December 1927. (s. f.). ResearchGate. https://www.researchgate.net/figure/Lev-Termen-demonstrating-the-Theremin-in-December-1927_fig2_304024726
Tomado de: Brooklyn Follies, una novela de Paul Auster publicada en castellano por Anagrama en 2006 y sobre la que Alastair Sooke de New Statesman, ha dicho: «Brooklyn Follies es el Auster mas espléndido, donde los esfuerzos de la escritura se convierten en una prosa maravillosamente fluida. Sus frases son flexibles, se deslizan como una seda perfecta; sus personajes se yerguen en cada página. Nathan es una creación maravillosa. Y todo el libro es una poderosa meditación sobre la felicidad, y los años que nos acorralan. Esta soberbia novela sobre la locura humana resulta ser muy sabia»
El impacto de la obra de Kafka dio origen al término kafkiano que usamos para describir situaciones insólitas por lo absurdo y angustiosas