Ayer dimos la bienvenida a Benito Etchegaray quien desde ahora será asiduo colaborador de esta publicación (que es una gran noticia) y lo publicado acerca de su experiencia visitando el Perm 36, causó mucho interés entre los lectores. Algunos de ustedes han escrito preguntando o comentando sobre abundar en el tema, así que aquí algo de historia y contexto ampliado sobre estos lugares de terror.
Como se dijo, GULAG, significa Dirección General de Campos y Colonias de Trabajo Correccional, que a su vez dependía o formaba parte de la NKVD y estaba a cargo de la dirección del sistema penal de campos de trabajos forzados. La NKVD o Narkomvnudel fue un departamento gubernamental soviético para el manejo de asuntos internos. Según datos de los historiadores, el gulag funcionó oficialmente entre 1930 y 1960 fundados por Iósif Stalin quien fuera secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética entre 1922 y 1952 y presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética entre 1941 y 1953, el primer cargo le aseguraba de facto ser el líder de la Unión Soviética, mientras que el segundo lo convertía en de jefe de Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
El Gulag se usó como sistema de encarcelamiento de presos políticos y como medio de represión a la oposición del estado socialista.
En efecto como se citó ayer, el término fue más conocido en Occidente a partir de la novela Archipiélago Gulag, de Aleksandr Solzhenitsyn, quien fuera prisionero en los campos de concentración entre 1945 y 1956. Solzhenitsyn además de escritor fue historiador y crítico del socialismo soviético. Previo a su obra cumbre publicó Un día en la vida de Iván Denísovich en la Novy Mir que era y sigue siendo una revista literaria rusa, ésta fue una novela corta que narra igualmente la vida de un preso del Gulag y que logró publicarse por venia de Nikita Jruschov durante la era conocida como el deshielo de Jrushchov o deshielo en la Unión Soviética y que se refiere a los años transcurridos entre el 56 y el 64 en los que la represión política y la censura se relajaron un poco y en dicho periodo Nikita Jruschov fungió como primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética. La obra fue muy bien recibida y se convirtió en un éxito de ventas aunque más tarde fue prohibida.
Cuando ayer se hablaba de las famosas purgas, mediante las cuales Stalin “rellenaba” los campos de concentración, se hace hincapié en la llamada gran purga o el gran terror, que fueron las campañas de represión y persecución llevadas a cabo a finales de los años 30, por el régimen de forma arbitraria que hacían detenciones so pretexto de confesiones logradas bajo tortura.
Cabe decir que aunque el Gulag formalmente u oficialmente es de 1930, los primeros campos surgieron como consecuencia de la revolución del 17 y aunque oficialmente dejaron de llamarse así en 1960, eso no significó necesariamente la clausura del sistema. Al respecto, Matías Bauso, en artículo para Infobae, refiere que la escritora Anne Applebaum señalaba respecto de los campos de concentración: “No surgieron de la nada, reflejaron el nivel general de la sociedad que lo rodeaba. Si los campos eran mugrientos; los guardias, brutales; los equipos de trabajo negligentes, era en parte porque la mugre, la brutalidad y la desidia abundaban en otras esferas de la vida soviética”.
La misma Anne Applebaum, que por cierto fue galardonada con el Pulitzer por su obra: Gulag: a History explicó en una conferencia del 20031, “…que entre 1929 –cuando alcanzaron escala masiva los campos– y la muerte de Stalin, 18 millones de personas pasaron por el Gulag. Y de 6 a 7 millones fueron deportados a pueblos en el exilio. En total, cerca de 25 millones fueron sometidos a trabajo forzado (15 por ciento de la población). Destacó también Applebaum como Solzhenitsyn en Archipielago Gulag –sin acceso a los archivos– había estimado muy bien las magnitudes. Y que fue el primero en explicar que la abrumadora mayoría de los prisioneros eran simples campesinos y trabajadores, completamente inocentes..”.
Los horrores del Gulag han tardado décadas en desvanecerse de la memoria colectiva rusa, el tema fue tabú durante varias décadas después de su clausura, los sobrevivientes sufrieron, además del evidente estrés post traumático, la dura reinstalación a la sociedad, que les miraba y señalaba como traicioneros. A pesar de las atrocidades cometidas por Stalin, en el país del hielo, hay quien lo adora, hay quien ha olvidado los terrores, y quienes creen que hizo más bien que mal, quienes tan sólo lo recuerdan como el vencedor de la gran guerra. Al respecto y quizá como explicación de lo anterior, vale citar las palabras de la propia Applebaum, quien afirmó “Nadie quiere pensar que derrotamos a un asesino de masas con la ayuda de otro”
Hace unos meses Bettina Sengling, publicó en el ABC un artículo sobre la llamada carretera de los huesos o como dice ella, el cementerio más grande del mundo, construida por los presos del Gulag y que arranca en Magadán y termina en Yakutsk, la metrópoli más fría del planeta, refiere. Su lectura vale toda la pena. Encuéntralo aquí
Buena tarde
Según palabras de Guillermo Rodríguez delCentro de Economía Política Juan de Mariana
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De A. Solzhenitsyn:
“La opresión solo puede durar tanto tiempo como los oprimidos permanezcan en silencio.”