076 The Coolture

Un breve recorrido por dos personajes que a través de sus mitos o bien de su arte, han dejado un legado de fascinación muy vigente.

Aquiles

Comencemos por Aquiles, uno de los héroes más destacados de la mitología griega, por la que me siento profundamente atraído y de la que iré encontrando los espacios para escribir más sobre ella. La historia de nuestro héroe comienza en el reino de los mirmidones¹, siendo hijo de Peleo, su rey y Tetis, una nereida o ninfa del mar. Es Tetis, su madre quien sosteniéndole por el talón en un intento por hacerlo invulnerable, su padre era mortal, lo sumergió en el río Estigia, aunque olvidó sumergir el talón y de ahí su conocida debilidad. Cabe decir entre paréntesis que la mano de Tetis, estaba en juego entre Poseidon y Zeus, sin embargo, como todos sabemos el orgullo, la soberbia y la prioridad de mantenerse en la cima jerárquica era grande entre los dioses, así que cuando se extendió la profecía de que Tetis tendría un hijo más poderoso que su padre, ambos el dios del mar y del trueno, decidieron hacerse a un lado cediendo el lugar a un mortal, Peleo.

La juventud de Aquiles se caracterizó por su entrenamiento y formación bajo el mando del centauro Quirón quien le enseñó a Aquiles el arte de la guerra, el uso de las armas y la estrategia, así como conocimientos en medicina y ética, que complementaron sus habilidades naturales, llegando Aquiles a convertirse en un guerrero excepcional². A medida que crecía, se dice que su reputación de invencible en combate se fue asentando pues se distinguía por su habilidad en la lucha lo que lo destacó entre los héroes de su época, comenzando de este modo a resonar su nombre por todo el mundo griego.

Cuando estalló la Guerra de Troya, que según la leyenda comenzó debido al rapto de Helena por parte del príncipe troyano Paris³ y que constituye una de las confrontaciones épicas más célebres de la mitología, Aquiles se convirtió en una figura clave del ejército griego haciendo un papel sobresaliente, lo que bien se cuenta en la epopeya de Homero que narra los eventos finales de esta guerra.

Uno de los momentos más significativos de la Iliada es la furia de Aquiles, quien tras haber sido arrebatado de Briseida por Agamenón, se retira del campo de batalla, decisión que resulta devastadora para los griegos y que permite una ventaja para los troyanos, sin embargo Aquiles regresa al combate después de la muerte de su amigo Patroclo, quien es asesinado por Héctor, el príncipe troyano. Esta tragedia personal motiva a Aquiles a buscar venganza, lo que culmina en un duelo épico con Héctor.

La historia de Aquiles también está marcada por su destino trágico, pues encuentra una muerte temprana a manos de Paris, quien lo hiere en el talón, su único punto vulnerable.

En la mitología griega que sigue siendo fuente de innumerables relatos e inspiración a muchos niveles, el simbolismo de Aquiles es profundo y multifacético ya que representa la dualidad del heroísmo, es decir, la mezcla de grandeza y vulnerabilidad. Su historia ilustra cómo el deseo de gloria y fama puede llevar a la grandeza, pero también a la destrucción personal al convertirse en el arquetipo del héroe que busca la inmortalidad a través de sus hazañas, a pesar de ser consciente de su propia mortalidad. Su mito refleja los ideales heroicos de la antigua Grecia y explora temas universales sobre el honor, el destino y la humanidad.

Hilma af Klint

Hablemos ahora de una artista revolucionaria y poco conocida hasta el 2018. Hablo de Hilma af Klint, una figura pionera cuya obra revolucionó el arte abstracto. Permíteme llevarte a través de la fascinante vida y legado de esta artista sueca, cuya influencia está más vigente que nunca.

Hilma af Klint nació en 1862 en Estocolmo, Suecia, y desde una edad temprana mostró un prodigioso talento artístico. Creció en un entorno culturalmente rico, y a los 17 años ingresó en la Academia Real de Bellas Artes de su ciudad. Durante sus años de formación, af Klint se sumergió en el mundo del arte académico donde desarrolló habilidades técnicas que le servirían para plasmar sus visiones más innovadoras, sin embargo, lo que realmente la diferenciaba era su fascinación por lo espiritual y lo esotérico, aspectos que jugarían un papel crucial en su carrera artística.

En la década de 1900, Hilma af Klint se unió a un grupo de mujeres artistas conocido como "El Cinco", que exploraba la espiritualidad y el ocultismo a través del arte. Esta conexión con lo místico influyó profundamente en su trabajo, llevándola a experimentar con formas y colores que estaban muy por delante de su tiempo. Sus primeras obras abstractas, creadas a partir de 1906 son notablemente anteriores a las de artistas como Wassily Kandinsky y Piet Mondrian, quienes más tarde serían reconocidos como pioneros del arte abstracto, sin que la obra de Af Klint se reconociera en ese momento.

A pesar de su visión vanguardista, Hilma af Klint quien creó una serie de trabajos que buscaban representar la realidad espiritual más allá de la percepción sensorial convencional, utilizando una paleta vibrante y formas geométricas innovadoras, enfrentó el escepticismo de sus contemporáneos, quienes no comprendieron el alcance de su trabajo. En vida, gran parte de su obra permaneció desconocida y en algunos casos incluso oculta, ya que según se cuenta af Klint, consciente de su originalidad, dejó instrucciones para que sus trabajos no fueran exhibidos hasta 20 años después de su muerte, por lo que llevó años que la comunidad artística comenzara a reconocer la importancia de su obra. Al respecto cabe decir que es a partir de la década de 2010, que su legado ha sido revaluado y celebrado en exposiciones internacionales, revelando su papel crucial en el desarrollo del arte abstracto.

La trascendencia de Hilma af Klint radica no solo en su habilidad para crear arte abstracto antes que muchos de sus contemporáneos, sino también en su capacidad para integrar lo espiritual en su proceso creativo. Su trabajo desafía las nociones tradicionales de arte y espiritualidad, mostrando cómo los conceptos esotéricos pueden ser expresados a través de la pintura. En Octubre de 2018 se presentó una exposición retrospectiva en la Galería Guggenheim de Nueva York, gracias a la que su trabajo se ha difundido y se ha permitido que éste permeé a una audiencia global que hoy puede apreciar la profundidad y la originalidad de su arte, subrayando su relevancia en la historia del arte moderno.

Hoy en día, Hilma af Klint es reconocida no solo como una precursora del arte abstracto, sino como una figura que desdibujó las fronteras entre el arte, la espiritualidad y la ciencia. Su vida y obra son motivo para reconsiderar las narrativas establecidas sobre la historia del arte y a apreciar el impacto de aquellos que, a menudo en la sombra, han moldeado el curso de la creatividad.

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Saludos,

1. Los mirmidones (en griego μυρμιδόνες, «hormigas») eran un antiguo pueblo de la mitología griega que poblaban la Ftía o la Hélade en la Tesalia meridional.

2. El énfasis en la formación de Aquiles refleja la importancia que los griegos atribuían a la preparación y el conocimiento como parte integral del heroísmo (Vernant, 1991).

3. La guerra estalló debido al rapto de Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta, por Paris, príncipe de Troya. Helena, conocida por su belleza, es descrita como la mujer que "desató mil barcos", aludiendo a la enorme expedición que los griegos emprendieron para recuperarla. Este evento no solo desató la guerra, sino que también creó una serie de alianzas y rivalidades que marcaron el curso del conflicto. Troya, ubicada en la actual Turquía, era una ciudad fortificada y próspera que resistió el asedio griego durante una década, con héroes de ambos lados luchando por la supremacía (Burgess, 2001).