Un par de meses atrás, en el 173, platicamos un poco sobre el origen de Zeus, el dios del trueno, manda más en el Olimpo y contamos, sólo para hacer un poquito de memoria, que Zeus fue escondido al nacer en la Isla de Creta por su madre Rea para evitar que Cronos, su padre, se lo tragara (como a sus hermanos) por miedo a la profecía que lo destinaba a caer ante uno de sus hijos. En Creta, Zeus fue criado por la cabra Amaltea y las Melías y cuando creció llevó a cabo su venganza contra Cronos provocándole un vómito que regresó a la vida a sus hermanos Poseidón, Hades, Hera, Deméter y Hestia.
Cronos que habrá estado furiosos por el engaño sufrido, reunió a sus aliados, los poderosos Titanes y declaró la guerra a sus propios hijos, para que se pusieran unos catorrazos a ver quien podía más. A esta guerra, que duró diez años, se le conoce como la Titanomaquía, y fue, en muchos aspectos, la batalla definitiva para determinar el futuro del cosmos. De un lado del ring, en el monte Ostris, estaban los Titanes, con toda su fuerza y poder ancestral, con la excepción de Océano que se mantuvo en una posición neutral, además de Helios y los hermanos Prometeo y Epimeteo y del otro, liderados por Zeus, establecidos en el monte Olimpo, los Olímpicos.
Como en todo conflicto épico, la lucha no solo fue una cuestión de fuerza bruta sino que hubo estrategia y aliados. Los Cíclopes y los Hecatónquiros que eran seres míticos con cien brazos y cincuenta cabezas, también hijos de Urano, se unieron a los Olímpicos, ayudándoles para que tuvieran el poder necesario para enfrentarse a los Titanes, pues estaba claro que solitos no la iban a armar. Los dioses recibieron entonces el rayo de Zeus, el tridente de Poseidón y el casco de Hades y se lanzaron a la batalla con todo lo que tenían.
Los golpes y porrazos se pusieron sabrosos en un combate intenso y devastador, la tierra tembló, el cielo se oscureció, los mares se desbordaron y todo aquello se estremeció hasta que después de años de lucha Zeus y sus aliados vencieron a los titanes, ¿cómo? pues según se cuenta, Hades hizo uso de la invisibilidad a través de su casco, para robar las armas de Cronos al tiempo que Poseidón lo mantenía distraído, para después ser vencido por los rayos de Zeus. Una vez caído Cronos los Hecantóquiros bombardearon con piedras a los Titanes hasta que los sepultaron en su totalidad, arrojándolos después al Tártaro, donde serían vigilados por los Hecatónquiros.
La caída de los titanes. Cornelis Cornelisz van Haarlem, 1588. Galería Nacional de Dinamarca, Copenhague.
A este final del Tártaro, sobrevivieron Atlas y Prometeo que tuvieron castigos distintos. A Atlas se le aplicó como castigo el tener que soportar sobre sus espaldas la bóveda celeste, sobre Prometeo, puedes leer aquí.
Habiendo vencido los del Olimpo, levantaron el trofeo y se hicieron con el control del mundo, Zeus se llevó el cielo, Poseidón el mar, y Hades el inframundo.
El fin de la Titanomaquía marcó el fin de la era de los Titanes y el comienzo de un nuevo ciclo que se supondría sería de justicia y orden, pero por supuesto en esta nueva etapa también habría intrigas, traiciones, transformaciones, venganzas y oscuros deseos de lo que ya platicaremos después.
Por lo pronto, buena tarde.
A que desvergüenza! la forma en que estos mortales culpan a los dioses.
Zeus en la Odisea de Homero.
El leer tu artículo despertó mi curiosidad y encontré que los mitos griegos en los que una raza de dioses se enfrenta a otra, no es única; también se describe en las mitologías escandinava, hinduista e hitita por mencionar algunas.
Por otra parte encontré en otras culturas, los equivalentes de Zeus; en la mitología romana Jupiter; en la etrusca Tinia; en el hinduismo Diaus Pitar; en la egipcia Amon; y en la cananea Baal.
Saludos y fuerte abrazo.
Deberían de organizar talleres para profundizar en temas varios.., como este por ejemplo