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Mario Lazzeri's avatar

Cuan relativo es el tiempo si cinco minutos bastan para soñar toda una vida (M.Benedetti), y como lo malgastamos y olvidamos que es el bien del que esta hecha la vida (B.Franklin).

Que difícil evitar la sensación de que el tiempo vuela; ese que fluye de manera constante e independiente, que es finito e irremplazable; del que pareciese que nunca tuvimos suficiente; ese que hace que el presente siempre sea el ayer.

Si, se debe aceptar “la brevedad de la vida” y su finitud; y sin embargo cuando consciente la afronto y pienso en mis más entrañables afectos, mi mayor y único deseo es ser el primero en partir, lo demás a estas alturas, es lo de menos.

Disfrute tu artículo. Gracias Benito.

Saludos

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Dorte del Norte's avatar

Querido Benito:

Como sabes, hay artículos que informan, otros que enseñan y algunos que abren un espacio donde el pensamiento se respira. Este texto tuyo pertenece, sin duda, a esa última categoría.

No es solo una reseña sobre Séneca (por cierto descubrí leyéndote que afrontó dos intentos de suicidio fallidos antes de que el tercero resultara definitivo) ni una reflexión suelta sobre la muerte. Es un tejido fino entre saber y sentir, donde conviven la filosofía antigua, el aprendizaje contemporáneo y una voz íntima que no teme mostrarse en su búsqueda.

Me conmovió tu elección de cerrar con Tanatófila, ese extenso poema de Amado Nervo que —me pregunto— ¿cuántas veces habrás recitado en silencio hasta que se volvió parte de ti? ¿Qué hilos invisibles unieron la figura estoica de Séneca, el curso de Christian Carman y ese poema aprendido de memoria? La respuesta no está explícita, pero está ahí para quien se detiene a mirar.

Este texto nos recuerda que la muerte no es solo final, sino medida; que vivir no es urgencia, sino ejercicio diario de sentido. La filosofía no debería quedarse en las bibliotecas ni en las aulas, sino tocar la piel del tiempo vivido. Es un entrenamiento cotidiano, una disciplina, una rutina, y al mismo tiempo un campo desconocido, un espacio de sorpresas… si uno decide dejarse sorprender.

Agradezco esta lectura no por sus certezas, sino por el modo en que sugiere. Porque detrás del saber compartido se percibe una humanidad que no pontifica, sino que ofrece. Y ese gesto, el de abrir la reflexión como quien abre una ventana, es, tal vez, lo más valioso que un autor puede dar.

Gracias x tu lectura de hoy!

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